¡¿Al psicólogo yo?!

La Ciencia avanza, la Tecnología avanza, la Sociedad avanza, y la Psicología (abstracto estudio del ser humano en conexión con lo que le rodea), también avanza.

El término “salud mental” se queda algo obsoleto por el hecho de que hace referencia solo a la mente, a la cabeza, a lo racional, a la parte mas joven del desarrollo del cerebro. Además de cumplir flaco servicio para la salud social ya que lo tenemos asociado  a una idea de “estar mal de la cabeza o loco”.

Desde tiempos inmemoriales existe el oficio de “ayuda a las personas” manifestado en diferentes maneras según las necesidades de la época y el desarrollo evolutivo del ser humano: prácticas chamánicas, rituales ancestrales, credos y religiones, medicinas sanatorias… todas ellas han ayudado al hombre  en su tránsito por la vida.

Así hoy en día nos encontramos con que las disciplinas que se ocupan de lo  Físico, lo Biológico, lo  Emocional, , lo Mental ,  lo Corporal, lo  Energético y lo Espiritual van creando cada vez mas hermandad generando  nuevos modos de actuación que abordan el estudio del ser humano de una manera  mas integrada.

Una de estas disciplinas es la Psicoterapia (en sus diversos enfoques)

La Psicoterapia es: la práctica de la Psicología en forma de proceso cuyo objetivo es terapéutico o curativo.

Los elementos esenciales de la Psicoterapia  son: el Terapeuta, la Persona y la relación entre  Terapeuta-Persona, (este último elemento es el que proporcionará los posibles cambios).

En la práctica de la psicoterapia la persona que llega a la consulta  es, ante todo, persona.

Un ser humano con una mochila cargada de cosas, cosas aprendidas a lo largo del proceso vital, algunas de ellas son útiles y nos acompañan con gusto creando una parte de nuestra identidad satisfactoria y productiva, otras resultan un tanto molestas como si se nos atravesaran, con la sensación de que no forman parte de nosotros y sin embargo las   llevamos a cuestas, un exceso de carga en muchas ocasiones, hasta que llega un momento que sentimos que no podemos avanzar más por nosotros mismos.

Este momento es en el que se manifiesta la enfermedad entendida ésta, como una reacción  de lo humano en forma de dolencia física-emocional.

A menudo acudimos a la consulta del psicólogo o el psicoterapeuta, cuando nuestras válvulas están a punto de explotar, cuando nuestros corazones están deshechos o cuando nuestros recursos parecen haberse agotado y no encontramos salida  a la situación.

Por eso acudir a la consulta de un profesional de la psicología y la psicoterapia, no es mas que hacer uso de un servicio para la salud, pedir  ayuda para superar un momento difícil de la vida, o una oportunidad para desvelar secretos sobre nosotros mismos, y así comprendernos un poco mas,  descifrar  la clave de cómo estamos conformados y poder encontrar la llave que abre una puerta hacia un bienestar integral.

 

Laura del Caño. Psicoterapeuta.

Share

One reply

  1. Gabriela dice:

    Sencillamente deseaba darle las gracias por haber conseguido aclararme el tema. Yo personalmente mirare mas información sobre el tema si bien estoy muy feliz de leer lo que has escrito. Me he topado otros articulos sobre el tema por la red pero eran muy mediocres y les faltaba información. Muchas gracias nuevamente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.